viernes, 14 de junio de 2013

El English Cut tailandés *


* Traducción literal de El Corte Inglés, uno de los centros comerciales más conocidos de España.

Cuando uno llega a un país nuevo a vivir, una de las primeras necesidades que se presenta es la de conseguir aquellas cosas de uso “normal” a las que estamos acostumbrados,  por ejemplo algo tan básico como leche o pasta de dientes.  A la segunda semana entra en juego lo que por aquí se llama the western things, aquellas cosas que estamos acostumbrados a tener pero que no es de uso normal por estos lados, por ejemplo la baguette o el queso. A la tercera semana ya empiezan los caprichos, como el dulce de leche o el jamón serrano que, demás está decir, es una necesidad casi imposible de saciar.

En este caso, como todos recordáis, mi adorada Nice ha sido mi guía espiritual en este tipo de necesidades. Pero extrañamente ocurría un fenómeno cuasi anormal cada vez que le preguntaba dónde podía encontrar algo. Su respuesta siempre era la misma: at the market. Y no solamente eso, sino que además en su respuesta se desvivía por describir las maravillosas cualidades del mercado, como si fuera la directora de marketing de la cadena “Thaimarket”.

Los mercados por esta zona son mercados itinerantes y según el día, toca en un sitio o en otro. Se montan y se desmontan en el término de 3 horas. Nice llegaba cada día a casa y me decía “today Bang tao Market;  today market in front  of Fanta sea;  today market in Laguna.” A tal punto  se tomaba en serio su rol de directora de marketing que terminó haciéndome un calendario de los mercados de la zona y asegurándome que era mejor que el mismísimo supermercado inglés que inunda toda la isla (¡Estos ingleses son unos colonizadores innatos!).

Evidentemente había que ir al mercado y aprovechando que el jueves tocaba justo en frente del supermercado inglés que frecuentamos, decidimos con Agus que había llegado el momento. ¡Había que hacerse tailandés!

Desde la calle de enfrente, el mercado parecía un asentamiento medieval de los caballeros que van a la guerra. Creo que todas las tiendas más o menos asemejaban esa antigüedad. Pero las luces que se reflejaban nos engañaron. El mercado era mucho más de lo que advertía Nice: era un gran shopping callejero que nada tiene que envidiarle a El Corte Inglés. Bueno, tal vez un par de cosas…

Con solo cruzar, nos topamos con las frutas y verduras más frescas que se ven en Phuket. Todos los tipos, sabores y colores. Obviamente nos sumergimos en esos puestos sin darnos cuenta que nos rodeaba algo más que una verdulería: tiendas de ropa, librerías de manga, fast foods de comida thai, videoclubes y hasta una tienda con una variedad ilimitada de controles remotos/mandos  vaya uno a saber para qué. Todo esto en no más de 1000 metros cuadrados de barro y lluvia, bajo sombrillas tailandesas amontonadas.

Si en los mercados de Austria se encuentran las mejores trufas, en París los mejores quesos, en España los mejores embutidos, os puedo asegurar que en Tailandia lo que protagoniza todos los mercados es la sopa en bolsa de plástico! Creo que nuestra cara de occidentales horrorizados lo decía todo. Tanto saltaba a la vista el ser sapo de otro pozo que al final Agus terminó embaucado por la tailandesa más anciana del mercado que se hizo el agosto con una sandía y un millón de quilos de lichis semi podridos por un valor que superaba nuestros gastos totales hasta el momento.

Al final del recorrido, nos dimos cuenta que aún no estamos tan preparados para ser tailandeses, que seguíamos prefiriendo Mac Donalds y pescado del Tesco inglés. Debo confesar que me sentí un poco decepcionada de mí misma por ser tan occidental. Pero prometo seguir intentándolo hasta animarme a comprar el pescado en el “gran” mercado.




























4 comentarios:

  1. yo solo te diria,que la próxima vez que vallas al mercado te lleves a nice con tigo,seguro que las cosas las compraras mejor jiji,pero ver ese mercado tal y como lo describes tiene que ser muy bonito

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  2. Siga intentando amiga! seguramente que le vas a encontrar la vuelta y que cuando estés de regreso en España vas a extrañar la sopa en bolsa jaja

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  4. Qué querés que te diga! A mí estas cosas me encantan y ya encontraremos la forma de adaptar los productos del mercado a nuestro gusto occidental.Por otra parte, la frase lo dice " A donde fueres has lo que vieres" ;)

    Acordate, Luchi, que nos vamos a divertir un montón deshilachando esos mercados. Seguro aaaalgo encontraré para sacarle provecho a la situación.

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